Beppo Massimi era Oficial aviador del ejército francés, y fue uno de los primeros colaboradores de P.G Latécoère quien lo conocía bien y sabía pues, que era un hombre de recursos, excepcional.
Al igual que el industrial de Toulouse, B. Massimi se aplicó a fondo en el proyecto de la Línea aérea postal Toulouse-Casablanca-Dakar, planeando la posibilidad de extenderla.
Era un experto negociador que sabía de antemano dónde podían surgir las dificultades. Se estableció en Madrid como Director General de la Sociedad de las Líneas Aéreas Latécoère.
A pesar del rechazo de una gran parte de la opinión española, hostil a todo lo que era francés, pero a favor de todo lo que era alemán, Beppo de Massimi consiguió los permisos especiales, imprescindibles para sobrevolar el territorio español y para instalar las bases de mantenimiento y reparaciones en Barcelona, Alicante, Málaga, importantísimas para la explotación de la Línea.
Cuando ya funcionaba regularmente el vuelo Toulouse-Casablanca, hizo todas las gestiones para conseguir el permiso de sobrevolar Rio de Oro y utilizar las bases de Cap Juby y de Villa Cisneros.
La tarea de negociador ante las autoridades españolas, B. Massimi la llevó a cabo incansablemente durante unos diez años, hasta la fundación de la Compañía Nacional Air France.
Para P.G Latécoère, B.de Massimi fue un colaborador de mayor importancia cuyas habilidades personales impidieron desde el comienzo, que se hundiese el proyecto.
Además, no hay que olvidar que Beppo de Massimi presentó a P.G Latécoère muchos de sus amigos aviadores de guerra de gran categoría, entre ellos Didier Daurat que llegó a ser el mantenedor de la Línea a partir de 1920.